Por Ricardo Cicerchia del testimonio de Margarita Meira
La difusión internacional de la revolución informática y el nuevo orden mundial neoliberal afectó profundamente al despliegue de un capitalismo de nuevo tipo, dando lugar tanto a una nueva configuración espacial y social de características muy diferentes a las anteriores, como también, por sus características socio-políticas, a un proceso muy acentuado de polarización estructural, retirada del Estado de bienestar y desigualdad creciente. En esta etapa de capitalismo financiero de una sociedad del desempleo, reconcentrada, patriarcal y de desigualdad extrema, solo tres variables maneja el poder sobre la sociedad civil: la explotación, la exclusión y el exterminio. La trata es una de sus peores expresiones por su perversidad e impunidad. Es la garantía del sometimiento de la mujer y de otras identidades que disputan las hegemonías consagradas desde los gobiernos y las iglesias. Delito de lesa humanidad, sin dudas, con secuelas aún inciertas para las víctimas.
Una de las más dramáticas habitan en las eventuales maternidades en condiciones de esclavitud que proponen estas mafias enquistadas en el poder. Bestias! dicen nuestros testimonios. El más apropiado calificativo para conductas no solo delictivas o inmorales si no inhumanas en todo el sentido del término.
El tema de los embarazos en la trata, constituye un capítulo, tal vez el más repudiable, de las prácticas perversas de la trata y de las conductas abominables de sus agentes. Las redes que constituyen este delito de lesa humanidad, tienen para los embarazos protocolos vinculados a las necesidades de la clientela y al reforzamiento del sistema esclavista que aplican.
El procedimiento más aplicado es producir el aborto para que las mujeres vuelvan a ejercer la prostitución en un plazo no mayor de tres días. En algunas circunstancias los clientes prefieren a mujeres embarazadas para su sometimiento, lo que determina que los proxenetas esperen hasta último momento del parto para luego hacer desaparecer a lxs nacidxs.
Los abortos eran practicados en general en los hospitales públicos. Los testimonios de Soledad Pedraza en Youtube (https://www.youtube.com/watch?v=WoRwQ6JP8zQ) en varios capítulos (Material aportado por la Asociación "Madres de Constitución), denuncian como fue llevada al Hospital Fiorito (Hospital Interzonal General Agudos “Pedro Fiorito”, uno de los centros de salud más importantes en la zona sur del Gran Buenos Aires. Está en el centro de la ciudad de Avellaneda), donde la hicieron figurar como mayor de edad y que era madre quien la acompañaba.
Frente a nuestra sede funciona un prostíbulo. Margarita asegura que era de costumbre que aparecieran fetos en volquetes o contenedores de basura. Al tratar de recogerlo, el camión ya se había retirado a toda prisa. Lo que confirma de que las redes tienen múltiples entes periféricos al servicio de una estructura con fuertes vínculos con el poder político, religioso y económico.
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