"Perdón por tan poco”, nos escriben.
“Es todo lo que tengo”, nos dicen.
Madres Víctimas de Trata nació hace varias décadas ya, pero si hay algo siempre presente en nuestro recuerdo, es cómo nació. Nuestra ONG surgió en un momento de dolor. Nosotros no teníamos mucho, por no decir que no teníamos casi nada. La plata escaseaba en un espacio donde las ganas de luchar eran tan grandes que se nos salían del cuerpo.
Cuando nos llegan estos mensajes, no podemos evitar recordar esos mismos valores con los que nacimos. Los mismos con los que nos construimos y llegamos a crecer. Estos mensajes son, para nosotros, una caricia al alma.
Por eso, luego de recibir tantas palabras, es tiempo de dar las nuestras. Luego de tantos agradecimientos por nuestro trabajo, es tiempo de darlos nosotros.
Mucha gente nos dio la espalda a lo largo de nuestra historia. Desde funcionarios del Estado hasta la sociedad, sabemos que lo que es sentir el silencio y, mucho peor, el desinterés. No solo cuando pedimos ayuda económica, sino también cuando pedimos compañeros para luchar.
Ustedes, nuestros donantes, son los responsables de que hoy no bajemos los brazos. A todos ustedes que, sin conocernos, nos tienen suficiente amor como para aportar y donarnos a pesar de que cueste... gracias. No, esa plata no es poca, compañeros. Ese pequeño aporte de esa pequeña persona es, en realidad, de lo más enorme para nosotros.
A todos ustedes que nos dan cuando no tienen, a los que nos abrazan a pesar de que necesiten un abrazo... a ustedes es que les debemos todo. Y que hoy hayamos recaudado más de 60 mil pesos, es por el esfuerzo y la dedicación de ustedes.
Hoy queremos decirles: ustedes son Madres Víctimas de Trata.
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